jueves, 26 de febrero de 2015

JOHNNYCAKES (Tortitas del Oeste Americano)

Una receta que nos llega de los buscadores de oro del Oeste Americano, dispuestos a conquistar también nuestros estómagos. Ideal para 4 comensales.


INGREDIENTES:

-1/ 2 Taza  de desayuno de harina de trigo.
-1/2 Taza de desayuno de harina de maíz.
-1 Cucharada, tipo postre, de levadura.
-1/2 Cucharada de postre, de sal.
-1/2 Taza de desayuno de manteca vegetal.
-1 Cucharada de azúcar
-3 Huevos
-1 Taza de leche.
-150 gramos de frutos del bosque (frambuesas, fresitas, arándanos, moras...A elegir, o combinar.
 -Sirope de arce.

PREPARACIÓN:
1- Mezclar la harina de trigo, la harina de maíz, la levadura y la sal en un bol. Dejar a un lado.

2-Con una cuchara de madera, batir la manteca vegetal y el azúcar hasta que quede una pasta homogénea. Añadir los huevos, uno a uno, batiendo bien.

3-Echar entonces la mezcla de harinas, leche y demás ingredientes del bol, batiendo con energía hasta que no haya grumos.

4-Calentar una sartén plana a temperatura media, engrasar con un poquito de manteca vegetal y, usando una cuchara grande, poner una cucharada de la masa en ella con cuidado, intentando que mantenga una forma redondeada. Dejarla hasta que tome un color amarillento-tostado y entonces girarla hacia la otra cara con una espátula.

5- Servir calientes decorando con los frutos del bosque y coronar con el sirope de arce al gusto.



La vida es un gran banquete. Disfrutad de sus sabores.

CREMA DE ALMEJAS ( CLAM CHOWDER)

Receta  originaria de San Francisco (EEUU) pensada para 4 comensales...Pero, ya se sabe, depende del hambre con que éstos se sienten a la mesa. En mi casa, nos gusta tanto, que entre tres nos la ventilamos.

INGREDIENTES:
-600 gramos de almejas frescas o , en su defecto (entiéndase comodidad), 4 latas de 120 gramos de almejas.
-2 lonchas de bacon.
-2  tazas y media, tamaño desayuno,  de patatas cortadas en cubitos pequeños.
-1 taza de cebolla cortada muy fina.
-1 cucharada de postre de sopa de pescado granulada o la mitad de un cubito.
-1 cucharada, también de postre, (usamos la misma para que no se nos llene el escenario de utensilios guarridongos) de Salsa Perrins.
-1/4 de cucharada de tomillo en polvo.
-1/8 de cucharada de pimienta.
-1 brick pequeño de nata líquida para cocinar.

PREPARACIÓN:
1-Cocer las almejas en agua, sólo cubriéndolas o abrir las latas. Cortarlas por la mitad y reservar el jugo en un bol; dejar las almejas aparte. Si fuera necesario, especialmente en el caso de utilizar las latas, añadir un poco de agua al jugo.

2-En una sartén honda, freir el bacon hasta que esté crujiente. Sacar y reservar una cucharada grande que utilizaremos al final para espolvorear por encima. El resto, dejarlo en la sartén.

3-En la misma sartén, combinar el bacon , el jugo de las almejas, las patatas, la cebolla, los gránulos de sopa de pescado, la salsa Perrins, el tomillo y la pimienta. Dejar que hierva, y después, bajar el fuego. Tapar y continuar hasta que las patatas y la cebolla estén blandas. Con la ayuda de un tenedor o un mazo pequeño de mortero, machacar las patatas contra el fondo de la sartén hasta que la mezcla se convierta en un puré.

4-Añadir la nata a la mezcla y dejar en el fuego hasta que comience a burbujear. Añadir entonces las almejas y cocinar durante un minuto más.

5- Y ya está listo para servir. Lo más auténtico sería utilizar como plato sopero un bollo redondo de pan mediano al que le habremos vaciado de miga, pero si no queremos complicarnos la vida, la verteremos en un bol y espolvorearemos por encima los trocitos de bacon reservados.

BEBIDA RECOMENDADA:
Un vino blanco Verdejo acompaña, susurra y refresca a la perfección.

La vida es un gran banquete. Disfrutad de sus sabores.

jueves, 19 de febrero de 2015

GAZPACHO DE RECUERDOS CON VIRUTAS DE NOSTALGIA


INGREDIENTES:
-Un ramillete de recuerdos sin digerir. Pueden ser amargos o ácidos, pero en cualquier caso seleccionar cuidadosamente para no confundirse con los dulces (éstos, debemos mantenerlos en conserva durante toda la vida)
-Dolor en semillas o, si ya ha echado raíces, toda la planta.
-Rabia fresca, si la encontramos en el mercado de nuestras emociones, o congelada, si la tenemos guardada en el cajón de los sentimientos enfriados.
-Unos gajos de rencor, que a menudo nos sobra aunque lo olvidemos en el fondo del armario.
-Un chorrito de lágrimas contenidas, que siempre fluyen al rememorar el asunto atravesado.
-Esa foto simbólica que perpetúa el recuerdo, hecha picadillo.
-Unas notas de la canción que pone música al momento.
-Una puntita de sirope vital o, en su defecto, miel de esperanza. Porque ya lo decía Mary Poppins."Con un poco de azúcar..."
-Virutas de nostalgia para coronar el momento.

PREPARACIÓN:
Se toma el vaso de la batidora o, si es posible, el tradicional "chino" (la sensación de triturar es mucho más eficaz con este artilugio) y se introducen los recuerdos amargos o/y ácidos, eliminando los tallos donde están aferrados desde tiempos inmemoriales. A continuación, se desgranan las semillas de dolor, con mucha atención de arrancar todas las raíces para que no vuelvan a germinar. Si tuviéramos rabia congelada, proceder a su descongelación previa y añadirla a temperatura ambiente, ya sea caldeada o tibia, según se tercie. Pelar los gajos de rencor y machacarlos en el mortero. Cuando adopte una textura sin durezas, será el momento de unirla al resto de los ingredientes. Abrir el grifo de las lágrimas evocando el recuerdo atragantado.Imprescindible no escarbar demasiado en el tema, para evitar aguar la mezcla. Y ya, tararear esa canción que os oprime en la garganta e introducir al ritmo los pedacitos de la foto. Batir o triturar todo junto sin dejar grumos. Cuando el resultado sea un gazpacho homogéneo, remover con la puntita de sirope vital o miel de esperanza hasta que alcance el punto que nos permita digerirlo con dulzura y satisfacción. No sin antes, espolvorear con las virutas de nostalgia, como culminación de nuestra receta.

BEBIDA RECOMENDADA:
Vermut de pasados ingratos de reserva, a ser posible de la añada a digerir.


La vida es un gran banquete. Disfrutad de sus sabores.

miércoles, 4 de febrero de 2015

PICADILLO DE PREOCUPACIONES SOBRE LECHO DE TRANQUILIDAD.

PICADILLO DE PREOCUPACIONES SOBRE LECHO DE TRANQUILIDAD.


Ingredientes:



- Preocupación de una pieza
-Una caja de miedos surtidos, rellenos de "no soy capaz", "me van a echar", "soy más lenta que el caballo del malo", "no me da tiempo", "el jefe me odia", "ese compañero me mira mal", "soy la peor","me van a abroncar", y todos esos bombones insanos que nos gusta paladear, vacíos de alimento para el alma y rebosantes de calorías huecas para calentarnos la cabeza.
 -Unas gotas de aceite de intimidación.
-Un racimo de inseguridades imaginarias.
-Una jícara de pesimismo.
-Lágrimas negras.
-Depresión en rama.
-Polvos de autoestima.
-Un chorrito de sentido de humor.
-Un manojo de confianza, alegría y optimismo.



Preparación:
Se toma la preocupación de una pieza, y con alevosía , premeditación  y sin previo aviso, se la golpea reiteradamente con un mazo de cocina  hasta ablandarla. Puede que se resista, pero nos dejará de lo más relajadas. A continuación la introduciremos en una olla de cocinar ilusiones, salteándola primero en aceite de intimidación. Veremos cómo se va reduciendo a la par que toma otro color.
Abrimos entonces la caja de miedos surtidos y añadimos al gusto aquellos que más nos torturan, doblando la cantidad si fuera necesario del que nos provoque un malestar mayor. Observaremos cómo se derriten a la par que nuestra ansiedad se diluye con ellos. Es el momento de, una a una, desgranar todo el racimo de nuestras inseguridades imaginarias. Escucharemos una sucesión de "blups" en nuestra cabeza: es el sonido de las inseguridades al estallar . Y ya, para culminar la reducción, sólo habrá que mezclar en el mortero una ramita de depresión, junto a la jícara de pesimismo y unos cuantas lágrimas negras, de esas que salen del fondo del alma, machacarlas con el mortero y verterlas en la olla, dejándolas a fuego lento y viéndolas evaporarse con fuertes estertores.
Antes de servir, trinchar la preocupación hasta el punto de hacerla picadillo, espolvorear por encima con la autoestima generosamente y acompañarla de una ensalada de serenidad a base de hojas de un manojo variado de confianza, alegría y optimismo rociado con un chorrito de buen humor.



Bebida recomendada:
Y para favorecer la digestión, nada mejor que culminar el festín con una tisana del Bosque de las Hadas, cuyas alas nos conducirán volando al mundo de los sueños, libres de preocupaciones y en una completa paz.

La vida es un gran banquete. Disfrutad de sus sabores.





MACEDONIA DE EMOCIONES

"MACEDONIA DE EMOCIONES"

Ingredientes:
- Cacao mental en polvo o, si está solidificado, poner una jícara.
-Un racimo de envidia sin pepitas, porque amargan.
-Una vaina de ansiedad para desgranar a diario.
-Gajos de fracaso, sin piel, para no atragantarse con ellos.
-Una tajada de soledad madura.
-Odio en conserva con todo su jugo.
-Depresión macerada en lágrimas negras.
-Egoísmo tan almibarado que se deleita consigo mismo.
-Pulpa de ambición salvaje.
-Miedos de todos los sabores.

Preparación:
Poner el ramo de envidia bajo el grifo intentando dejarlo impoluto. Fijarse bien que no queden pepitas en su interior para evitar amarguras y sorpresas añadidas. Separar los gajos de fracaso, unos de otros, sin que se acumulen o se adhieran entre ellos. Abrir la vaina de ansiedad y desgranar una a una observando que, aunque parezcan muchas, por separado resultan insignificantes. Separar la soledad madura de la cáscara y comprobar que, sin esa cubierta dura, se desmorona. Tomar la pulpa de ambición sujetándola con fuerza, sometiendo su carácter salvaje. Y ya sólo queda incorporar el odio en conserva, sin que se derrame el jugo, imprescindible para dar un regusto ácido.
Una vez organizados todos los ingredientes, pasarlos por el "chino" para obtener una masa uniforme y separarlos de los pellejos emocionales. A continuación, en una batidora, mezclar unas gotitas de depresión después de haber estado en maceración desde el día anterior con las lágrimas, con especial atención de que no den un tono demasiado negro. Ahora llega el turno de los miedos de todos los sabores. Si tenéis sólo uno, doblar la cantidad. Si son tantos que se desborda el recipiente, seleccionar una pizca de cada uno o aumentar aquél que os ocasione más ataques de pánico. Finalizaremos con el almíbar de egoísmo, intentando que no se nos vaya de la mano porque una cosa es deletitarse con uno mismo y otra, empalagarse del súper YO. Lo batimos todo junto y añadimos además la mezcla anterior. Y ya lo tendremos listo para introducirlo en el congelador, no sin antes espolvorear por encima con cacao mental, como guinda  a nuestra macedonia de emociones.
Servir congelado en copa para enfriar la quemazón que nos hierve por dentro.

Bebida recomendada: Infusión de buenas sensaciones para eliminar toxinas emocionales resisitentes.

Y si se os olvida introducir algún ingrediente emocional, tranquilos..Incorporarlo en el último momento o preparar otra receta que lo incluya. 


La vida es un gran banquete. Disfrutad de sus sabores. 

UTENSILIOS BÁSICOS PARA "LOS COCINILLAS" DEL ALMA.

UTENSILIOS BÁSICOS PARA "LOS COCINILLAS" DEL ALMA.

Porque no basta con seguir las recetas, además es necesario de armarse con una buena batería de cocina emocional para darle el punto perfecto.

Descorchador de angustias. Manga pastelera para besos. Cazo para pescar sueños. Espumadera para preocupaciones superfluas. Cuchillo para cortar por lo sano.Wok para saltear emociones. Rodillo para aplanar egos. Bandeja para hornear proyectos. Mortero para machacar miedos. Rallador para limar las asperezas cotidianas. Pasapurés para disgustos sólidos. Exprimidor para sacarle todo el jugo a la vida. Cubitera para refrescar los proyectos olvidados. Pinzas para sacarse las espinas clavadas en el alma. Pelador de vicios adquiridos. Temporizador para avisarnos y evitar desencuentros. Termo para conservar la calidez de las buens amistades. Filtro para no tragarnos los posos de tristeza. Vinagrera, porque la acritud, como el veneno, debe guardarse en frascos pequeños. Colador para evitar los tropezones del día a día. Olla a presión para elevar la temperatura de ebullición de nuestro ánimo con la máxima rapidez. Fondue para derretir los malos pensamientos. Molinillo para reducir a polvo las inseguridades.

BEBIDAS E INFUSIONES PARA PASAR EL TRAGO.

Agua sin gas para impedir las aerofagias sensibleras. Batido de pasiones con un chorrito de picardía. Vino de la casa para digerir los problemas domésticos. Vino blanco para palidecer de placer. Vino rosado para ver "La vie en rose". Café con mala leche. Té verde de envidia. Té rojo de pasión.
Tila para adormilar las intranquilidades. Orujo a las malas hierbas. Ginebra para mezclar con la tónica diaria. Y si hay tomate, mejor echárselo al gaznate en forma de zumo.

La vida es un gran banquete. Disfrutad de sus sabores.

AMORES ESCABECHADOS

¿Y si nos dieran la oportunidad de volver a cocinar nuestro pasado para conseguir digerir los amores que se nos quedaron atragantados? Aquí tenéis una simple y eficaz receta.

"AMORES ESCABECHADOS"

Ingredientes:
-Amor en una pieza entera, en rodajas o, si la relación fue tortuosa, hecho picadillo.
-Limón para desinfectar las heridas producidas. Escuece, pero es de lo más astringente.
-Una cucharada de miel para contrarrestar la hiel almacenada.
-Un chorrito de vino de Jerez para pasar el trago.
-Un par de huevos (sobran los comentarios)
-Ajo para darnos aliento, aunque sea malo.
 -Despojos de rencores.
-Suspiros, lágrimas y decepciones en especia.
-Una tacita de pasiones escaldadas.
-Venganza en salsa agridulce.

Preparación:
Se baten los huevos a punto de indignación (léase nieve) con energía y sin pausa y se incorporan los suspiros, las lágrimas y las decepciones sin dejar de batir, con el fin de diluirlos. Se rocía el amor con limón , intentando que el líquido penetre y así desinfectar las heridas y eliminar las bacterias sentimentales que puedan pervivir en la pieza o lo que quede de ella.
Pelamos un ajo, lo ponemos en el mortero junto al Jerez y la miel, machacando hasta reducirlo a una pasta viscosa, tanto como las sensaciones que recordamos. La masa resultante deberá reposar hasta que se evaporen las lágrimas. Mientras, pasaremos a elaborar el relleno. Tomamos los despojos y le añadimos las pasiones escaldadas, aplastamos todo con un tenedor y rellenamos la masa con esta mixtura. La introducimos en el horno llevándola a la temperatura más alta en homenaje al infierno que sufrimos. Y para mayor seguridad, finalizar con un toque de grill.
Servir muy caliente cubriéndolo con la salsa agridulce de la venganza.

Bebida recomendada: Vino rojo de ira con matices de olvido.

Y como no todos tenemos un pequeño Adrià en nuestro interior, repetir la receta tantas veces como sea necesario hasta lograr que el amor atragantado siga su curso natural.

Porque la vida es un gran banquete. Disfrutad de todos sus sabores

SUEÑOS ROTOS

¿Y si pudiéramos recuperar los sueños perdidos y cocinarlos a fuego lento hasta lograr el punto perfecto para volver a hincarles el diente?
¿Oído cocina? Pues os lo pongo en bandeja con la siguiente receta.

"SUEÑOS ROTOS"


Ingredientes:
-Un deseo, anhelo o proyecto caducado.En su defecto, una esperanza, sueño o ideal en estado de descomposición, ya sea por su mala conservación a lo largo de la vida o por intervención ajena.
-Hierbas aromáticas de ilusión y optimismo para dar sabor.
-Un pellizco de futuro como base de la mezcla.
-Voluntad en levadura para que lo sueños tomen cuerpo.
-100 gramos de locura en polvo para solidificar.
-Un poco de azúcar para recuperar las sensaciones dulces.
-Una cucharadita de empatía para ligar los fragmentos rotos.
-Determinación color canela para espolvorear por encima.
-Agua fresca para aclarar los conceptos.

Preparación:
Reservamos el futuro aparte repartiéndolo sobre un molde de hornear ideas.
Lavamos bien los sueños o deseos, retirando las zonas podridas.
Una vez limpios, los ponemos en una cacerola para guisar proyectos con el medio litro de agua fresca.
Los cocinamos lentamente hasta que se vuelvan tiernos, evitando que se rompan de nuevo. Cuando estén cocidos, los colamos para que escurran toda la frustración pasada.  Añadimos entonces las hierbas aromáticas de ilusión y optimismo para dar sabor y color.
Agregamos la empatía  y batimos hasta obtener una salsa espesa. Sin dejar de batir, incorporamos la voluntad y la locura lentamente, alternándolas,y evitando producir grumos. Endulzamos con el azúcar al gusto, sin llegar a empalagar. Extendemos la mezcla resultante sobre la base de futuro, espolvoreamos la canela de determinación por encima y, para finalizar, introducimos el molde en el horno.
Para comprobar que los sueños han cuajado, los pinchamos con una aguja de inocencia y, si sale limpia, ya están hechos.
Esperamos que se enfríen, los desmoldamos con cuidado y los servimos inmediatamente, antes de que vuelvan a estropearse.

Bebida recomendada: Refresco de fantasía con un cubito de buenas sensaciones.


Si a pesar de preparar esta receta se os vuelven a romper los sueños una y otra vez, os aconsejo que o bien cambiéis de sueños, de personalidad...o de compañía.

Porque la vida es un gran banquete. Disfrutad de todos sus sabores.